Los Blues del Mercosur
SANTIAGO – Cuando los líderes del Mercosur se reunieron esta semana en Caracas, la atmósfera se cargó con los acostumbrados pronunciamientos en contra del imperialismo – como también con una inequívoca sensación de desgaste.
Por lo general, se describe al Mercosur como un grupo comercial, pero de hecho desde su inicio ha sido una institución netamente política. Brasil, el principal poder de la región, siempre lo ha considerado un contrapeso a Estados Unidos en los asuntos hemisféricos. Los gobiernos peronistas de Argentina lo utilizaron para promocionar la integración pese a haber hecho poco o nada para remover las verdaderas barreras comerciales. Y la integración de la Venezuela de Hugo Chávez en 2006 hizo aún más patente el giro del bloque hacia tendencias populistas.
Personalmente, recuerdo la frustrante experiencia de asistir a las reuniones del Mercosur como ministro del gobierno chileno (Chile es miembro asociado) a fines de la década pasada: eran muy extensas en planteamientos y discursos, pero se quedaban cortas al momento de llegar a acuerdos sustanciales sobre lo que fuere.